Capacitar a las PYME: Préstamos responsables para un desarrollo sostenible

14 Nov 2025 Tiempo de lectura: mins

El Reino Unido se enfrenta a un reto persistente a la hora de proporcionar viviendas de alta calidad en múltiples sectores: desde urbanizaciones residenciales y alojamientos para estudiantes hasta residencias de ancianos y de mayores.

Al mismo tiempo, la sostenibilidad en el sector de la vivienda ya no es opcional, sino esencial. Los ambiciosos objetivos de neutralidad del Reino Unido, junto con la creciente demanda de los consumidores de viviendas energéticamente eficientes y resistentes al cambio climático, subrayan la importancia de una financiación más ecológica.

Con los factores ASG ahora firmemente arraigados en las decisiones de inversión inmobiliaria y en la práctica diaria, los prestamistas deben explorar nuevas formas de demostrar su impacto y valor más allá de las meras métricas. Mientras tanto, los prestatarios necesitan acceder a un capital que les permita aplicar prácticas sostenibles de forma eficaz.

El papel de las PYME prestatarias en el desarrollo sostenible

Aunque las políticas gubernamentales y los grandes promotores institucionales desempeñan un papel significativo en la configuración del entorno construido, la contribución de las PYME (pequeñas y medianas empresas) promotoras es especialmente importante para impulsar el desarrollo sostenible.

Las PYME prestatarias aportan puntos fuertes únicos al mercado. Estas empresas más pequeñas ofrecen agilidad, innovación y un enfoque de la construcción de viviendas centrado en la comunidad. Suelen ser más adaptables, capaces de reutilizar eficazmente terrenos baldíos y abiertas a experimentar con métodos de construcción sostenibles.

La transformación de espacios infrautilizados en comunidades prósperas y sostenibles es un componente crítico de los préstamos responsables. Ya sea mediante el reposicionamiento, la reurbanización o la rehabilitación, estos proyectos deben servir a las necesidades cambiantes de las comunidades locales. La reutilización de terrenos baldíos, la regeneración de zonas urbanas y la modernización de infraestructuras anticuadas pueden desbloquear importantes beneficios sociales y medioambientales, al tiempo que garantizan la resistencia de los activos a largo plazo.

Muchos activos comerciales -como edificios de oficinas obsoletos, espacios comerciales en desuso y solares industriales envejecidos- tienen el potencial de convertirse en unidades residenciales muy necesarias, alojamientos para estudiantes, centros de asistencia o desarrollos de uso mixto. Con la financiación adecuada, estos proyectos mejoran el entorno construido y generan fuertes rendimientos ajustados al riesgo, demostrando que la sostenibilidad y el rendimiento financiero pueden ir de la mano.

Sin embargo, muchas PYME prestatarias se enfrentan a barreras cuando intentan aplicar las mejores prácticas ESG. El mayor reto sigue siendo el acceso a la financiación en condiciones que reflejen sus ambiciones de sostenibilidad en lugar de penalizarlas por su tamaño. Esta desconexión entre ambición y acceso pone de relieve la necesidad de marcos financieros más inclusivos.

El acceso a una financiación responsable no debería ser un privilegio reservado a los actores más grandes. Al garantizar que el capital fluya hacia proyectos que aporten valor tanto financiero como social, un enfoque de las decisiones de préstamo basado en las partes interesadas puede ayudar a salvar esta brecha y apoyar las contribuciones vitales de las PYME promotoras.

Un enfoque basado en las partes interesadas

Adoptar un enfoque de los préstamos basado en las partes interesadas implica evaluar cómo todas las partes interesadas -empleados, comunidades y medio ambiente- se ven afectadas por las decisiones de inversión.

Este enfoque garantiza que se tengan en cuenta las necesidades de las personas y del planeta, y permite a los prestamistas demostrar cómo su capital apoya el desarrollo sostenible y responsable. Al considerar el medio ambiente como una parte interesada clave, los prestamistas tienen una oportunidad única de acelerar la transición hacia un futuro con bajas emisiones de carbono.

En los casos en que las estructuras existentes no pueden reformarse de forma viable para cumplir las normas modernas, la remodelación responsable puede dar lugar a edificios de primera clase y altamente eficientes que establezcan nuevos puntos de referencia para la sostenibilidad y el bienestar de los ocupantes. Mientras tanto, la rehabilitación presenta una poderosa oportunidad para mejorar las calificaciones EPC, integrar soluciones de energías renovables, eliminar la dependencia de los combustibles fósiles y mejorar la biodiversidad urbana.

Como administradores del capital, los prestamistas están bien posicionados para impulsar un cambio significativo en el entorno construido. Al adoptar un enfoque a largo plazo y orientado a las partes interesadas, pueden apoyar proyectos que den prioridad al impacto medioambiental y al beneficio de la comunidad. Con un énfasis cada vez mayor en el reposicionamiento, el reacondicionamiento y la remodelación, los prestamistas pueden garantizar que la financiación sostenible apoye proyectos que aporten un cambio duradero y positivo.

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